Por Oriol Vidal Alsina
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23 de mayo de 2019
El tiempo pasa, y rapidísimo. Todos lo sabemos. Sin embargo, muchos de nosotros lo gestionamos como si no supiéramos que este es finito. Como si no supiéramos que podemos elegir en qué gastarlo, que somos protagonistas de nuestras vidas . Solo uno mismo sabe qué es lo que quiere hacer. Pero llevarlo a la práctica no acostumbra a ser tan fácil. ¿Cuánta gente no está contenta con algún aspecto de su vida, pero no hace nada para cambiarlo? ¿Cuántos sueños son aparcados en un cajón olvidado? ¿Cuántos nos quejamos de lo que nos ha tocado sin responsabilizarnos de ello? Realmente parece que unas cadenas invisibles nos frenen en ciertas ocasiones en las que pensamos en hacer un cambio: cadenas hechas de miedo, de pereza, de inseguridad, de creencias limitantes… Pero se trata de unas cadenas que se empiezan a disolver cuando se pasa de las palabras a la acción . Sería parecido al caso del elefante encadenado : lo encadenaron de pequeño con una cadena imposible de romper con su estatura. A medida que el elefante va creciendo, la cadena se queda pequeña; la podría romper de un tirón, pero su antiguo aprendizaje le dice que se trata de una tarea imposible. Nosotros mismos nos autoencadenamos con excusas, prolongando en el tiempo, con quejas. Pero, a la vez, es posible romper esta cadena si nos lo proponemos de verdad. Me gustaría dar especial atención a la queja. Toda queja evade una responsabilidad propia . Al quejarme, evito hacerme cargo de algo que está bajo mi responsabilidad. Quizás está bajo la responsabilidad de más gente, pero también bajo la mía. Tanto las excusas como la prolongación en el tiempo tienen cierta connotación negativa. En cambio, la queja es un hecho común y aparentemente inofensivo, y sin embargo puede hacer mucho daño limitando a una persona, frenándola e impidiéndole actuar. Y, lógicamente, ninguna dinámica negativa se invierte a positiva sin una acción llevada a cabo por la misma persona. No digo que sea fácil. Seguramente no sea solo cuestión de un cambio de actitud, pues son muchos los aspectos que pueden influir en la incapacidad para llevar a cabo el cambio. Por ejemplo, quizás haya aspectos que sostienen estas creencias limitantes y esta inseguridad, y que impiden que se vayan fácilmente. Con la ayuda de un profesional, es posible romper con las barreras que inconscientemente nos atan, cambiando así la estructura de pensamiento para que podamos adoptar una visión que contemple el cambio como una opción viable y necesaria. Así se empieza a sembrar la semilla de la voluntad en la persona, que más tarde energizará el proceso de cambio. A partir de aquí, con decisión y acción, la cadena simplemente se disuelve, y entonces es posible dirigirse eficazmente hacia lo que uno realmente anhela. Cualquier cambio, por utópico que parezca, es posible si uno lo desea con todas sus ganas, y si está dispuesto a enfrentarse a las barreras que le limitan. Desde dejar de fumar, a empezar un hábito, o a cambiar por completo el estilo de vida. Cualquier propósito no es más que palabras hasta que se pasa a la acción . Que tus intenciones no se queden en las palabras. Acaba con las barreras que te impiden actuar, pon la atención, luego la intención, organízate, y salta a la acción. Márcate tus objetivos, que te guiaran en todo momento, como si de una brújula se trataran, y sigue su rumbo. Unos objetivos claros son la clave para no perderse en las palabras. Son la brújula que cada uno tiene y que indican por donde seguir. Con una meta definida, y los objetivos necesarios para llegar a ella, se puede dar una dirección clara y un sentido al día a día. Ni las excusas, ni la prolongación, ni las quejas te permiten avanzar. Atrévete a darles la espalda y a dar un paso enfrente en dirección a aquello que realmente quieres. Permítenos ayudarle en este proceso, al que tú le darás una dirección, y te ayudaremos a superar tus barreras y a centrarse en la acción para que llegues a la meta que desees. Pues el coaching humanista de esencia no directiva es la herramienta idónea: túdecides dónde quiere ir, nosotros te ayudamos a descubrir cómo, y a llevarlo a la acción de la forma más eficiente y fiel a sí mismo posible. Pues, al final, solo tú puedes decidir hacia dónde dirigir su vida. Debemos elegir entre lo que es correcto y lo que es sencillo J.K.Rowling No esperes. El tiempo nunca será justo Napoleon Hill Asegúrate que tu peor enemigo no viva entre tus dos oídos Laird Hamilton Debes ser el cambio que quieras ver en el mundo Mahatma Gandhi