Psicología deportiva Iniciación en el deporte

PSICOLOGÍA EN LA INICIACIÓN DEPORTIVA

Con la gestión adecuada de la motivación, las emociones y los valores que surgen del deporte, se genera un ambiente en que se potencia el aprendizaje, rendimiento y el desarrollo integral del joven deportista.

La psicología enfocada al periodo de la iniciación deportiva esta dirigida a los protagonistas del deporte base

o deporte formativo

El deporte no es un simple pasatiempos. De por si solo, ayuda al desarrollo físico y cognitivo a cualquier infante que lo practique.

Pero también se trata de un contexto en que los aprendizajes, las emociones y los valores cobran importancia, surgiendo como un campo perfecto para llevar a cabo una enseñanza integral. Es decir, se trata de un contexto ideal para trabajar el desarrollo del niño como deportista, pero también como persona.

La función del psicólogo en la iniciación deportiva es la de ayudar al entrenador a que el deporte sea un medio el máximo educativo.

¿Cómo conseguimos que el deporte llegue a ser un ambiente educativo?

El deporte en si es un contexto en el que se promueven valores positivos: el trabajo en equipo, la cooperación, el esfuerzo, la disciplina, etc. Una correcta gestión de estos conlleva unos aprendizajes aptos tanto para el mundo deportivo como para en cualquier otro ámbito.
A veces pero, nos encontramos con abandono de la práctica deportiva en esta época. Conocer las motivaciones de los jóvenes deportistas, así como saber optimizar estas, es clave para asegurar una continuación en este ámbito y promover un estilo de vida saludable. El psicólogo puede ayudar en este aspecto optimizando la motivación del joven deportista, y asesorando al técnico para que adquiera herramientas que le permitan orientarla y gestionarla correctamente.
El deporte es un ámbito que genera una gran cantidad de emociones. Nadie que conozca este mundo dudaría en afirmarlo. Alegría, enfado, frustración, ansiedad… Todas ellas se presentan tanto en el deporte como en la vida misma, y la diferencia entre saber gestionarlas o no puede suponer el éxito en ambos ámbitos. Así pues, el deporte se trata de un contexto apto para trabajar diferentes competencias en el deportista que acaben propiciando una buena inteligencia emocional, extrapolable a todos los ámbitos de la vida de la persona.